
El pasado fin de semana Demócratas oficializó lo que se venía comentando desde hace varios meses: Ximena Rincón será la abanderada del partido para la elección presidencial. Y si bien no se confirmó la primaria con Chile Vamos —coalición que ya levantó a Evelyn Matthei como candidata— sí se acordó buscar un entendimiento programático con el sector.
Sobre estas definiciones reflexiona el senador y vicepresidente de Demócratas, Matías Walker, quien hace hincapié en que antes de acordar una primaria legal, “lo primero es ver cómo pueden confluir las propuestas programáticas”.
En esa línea, en conversación con EL DÍNAMO, Walker destaca el “acercamiento de Chile Vamos al centro” como motivo para entablar un entendimiento electoral con la coalición. Y subraya: “Evelyn Matthei tiene que entender que es con el centro con quien se ganan las elecciones. Hay todo un electorado de centro, social cristiano, que es muy sensible a la protección del derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural, o el electorado católico, cristiano, conservador, que es el que define las elecciones con voto obligatorio. Entonces creo que es muy importante que Evelyn Matthei eso lo tenga claro”.
“Necesitamos un cambio: no podemos contentarnos con una tasa de crecimiento del 2,7%”
—¿Cómo se llegó a la determinación de que la senadora Ximena Rincón fuera la abanderada del partido?
—Nosotros tenemos la convicción de que Chile necesita un cambio. No podemos contentarnos con una tasa de crecimiento del 2,7%, como se dio a conocer hoy día respecto al año 2024, que algunos están celebrando. La sola reforma de pensiones requiere, como lo ha dicho nuestra candidata presidencial, crecer al menos a un 4% al año para que sea sostenible en el tiempo. Estamos muy preocupados y ocupados en enfrentar la situación de inseguridad, de delincuencia, el crimen organizado que ahora llegó a las comunas rurales que antes eran tranquilas. Hoy día el 80% de los agricultores vive con temor. En fin, Chile necesita un cambio. Nosotros estamos comprometidos con ese cambio.
Tenemos una candidata presidencial que fue proclamada porque creemos que tiene las condiciones, la experiencia, la fuerza, el carácter para poder liderar una opción presidencial. Además, acordamos mandatar a la directiva para iniciar un proceso de diálogo con otras fuerzas políticas, lejos de los extremos.
Descartamos la dupla Ka-Ka, de Kaiser y Kast, tanto como a la extrema izquierda, y en diálogo, obviamente, con nuestros aliados naturales, que son Amarillos y también Chile Vamos, que creo que tuvo la gran virtud de viabilizar lo que fue el acuerdo de pensiones, que hoy día está en posturas mucho más de centro, para poder construir un acuerdo que le dé gobernabilidad a Chile.
—¿Cuáles son las expectativas respecto a esta candidatura? Hoy la senadora no marca en las encuestas.
— Sí, a mí me gusta mucho cuando me preguntan de las encuestas, porque siempre recuerdo lo que fue el año 2021 cuando los favoritos para la elección presidencial eran Daniel Jadue y Joaquín Lavín, y todos sabemos cómo terminaron.
Yo creo que los liderazgos están para mostrarle un camino al país, y en ese sentido creemos que es muy importante que esta candidatura se pueda viabilizar. Tenemos un muy buen equipo programático que está trabajando en propuestas que tenemos que ver cómo convergen con otros partidos. Pero creo que más que analizar los resultados hay que producir un remezón en el escenario político para que las encuestas sean favorables. Y van a ser favorables en la medida que levantemos propuestas que le hagan sentido a la ciudadanía. El 60% de los chilenos se siente de centro. Nosotros formamos Demócratas porque lideramos una opción del rechazo a una mala propuesta refundacional que era un desastre para Chile, cuya vocera era Carolina Tohá, la actual abanderada del oficialismo. Por lo tanto, creemos que están todas las condiciones para que la candidatura de Ximena Rincón pueda crecer.
—¿Ya es un hecho que irán a una primaria con Chile Vamos?
— Yo creo que lo primero es ver cómo pueden confluir las propuestas programáticas. ¿Qué queremos para Chile? No basta decir que queremos volver a crecer y que queremos volver a ser un país seguro, el tema es cómo vamos a lograrlo y que esas medidas le hagan sentido a la ciudadanía. Tenemos que soltar las amarras que impiden que la economía vuelva a crecer en tasas superiores al 4%, tenemos que tener medidas en materia de seguridad que no tengan complejos y que permitan a la ciudadanía volver a caminar tranquilos por las calles. Tenemos, como digo, un equipo programático que está trabajando en eso. Vamos a ver cómo pueden confluir esas propuestas con Chile Vamos.
Nosotros no hemos hablado de mecanismo, no hablamos de primaria. Si tú te fijas en nuestra declaración, en ningún momento hablamos de primaria. Porque creo que algunos cometen el error de discutir los mecanismos antes de discutir las propuestas. Nosotros queremos levantar propuestas concretas para que Chile vuelva a crecer, vuelva a ser un país seguro, y si en esas propuestas podemos construir con Chile Vamos para aislar a los extremos, tanto mejor.

“Chile Vamos debe entender que la dupla Ka-Ka (Kaiser y Kast) tomó su propio camino”
—¿No los aleja de Chile Vamos que ellos estén buscando una primaria con el ala más dura de derecha?
— Yo creo que esas son frases de buena crianza. Probablemente Chile Vamos no quiere asumir la responsabilidad de romper la unidad de la oposición. Pero yo creo que ellos ya entienden a esta altura que la dupla Ka-Ka tomó su propio camino, ellos van a hacer sus propias primarias presidenciales, aún no se sabe con cuántos candidatos van a ir a primera vuelta, pero ya es un hecho que por lo menos van a tener una lista parlamentaria distinta y ellos saben que en una primaria con la extrema derecha el centro no va a estar presente.
—¿No comparte el planteamiento de que ir divididos puede darle ventaja a la izquierda en la elección presidencial?
— Lo más importante acá es evitar lo que fue el escenario del 2021 que tuvimos un candidato de extrema derecha con un candidato de extrema izquierda. Obviamente Gabriel Boric se ha ido acercando más a posturas de centroizquierda y ha convocado al Socialismo Democrático como eje articulador de su gobierno. De eso no queda duda. Pero en su momento eran dos candidatos que representaban a los extremos. Era un candidato republicano y era un candidato del Frente Amplio. Eso hay que evitarlo. Por eso es que estamos abiertos a conversar con Chile Vamos para ver bajo qué mecanismo, pero sobre todo bajo qué propuesta, evitamos ese escenario nuevamente.
—¿No les preocupa que la candidata Matthei pueda adoptar posturas más duras como, por ejemplo, en el debate sobre la pena de muerte?
— Yo entiendo que lo que hizo Evelyn Matthei fue recordar lo que fue su votación el año 2001. Sobre el tema de fondo, hay que entender que Chile abolió la pena de muerte y no se puede volver a restituir, de acuerdo a tratados internacionales de derechos humanos que constituyen un límite a nuestra soberanía, de acuerdo al artículo 5º y 18º de la actual Constitución.
Pero, en el fondo, Evelyn Matthei tiene que entender que es con el centro con quien se ganan las elecciones. Hay todo un electorado de centro, social cristiano, que es muy sensible a la protección del derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural, o el electorado católico, cristiano, conservador, que es el que define las elecciones con voto obligatorio. Entonces creo que es muy importante que Evelyn Matthei eso lo tenga claro.
—Entendiendo que se busca hoy una primaria con Matthei, candidata militante de la UDI, ¿Demócratas se ha acercado a la derecha o Chile Vamos al centro?
— Indudablemente que Chile Vamos se ha acercado más al centro. Y la prueba más tangible es lo que ocurrió hace dos meses atrás con el acuerdo de pensiones. El acuerdo de pensiones fue liderado por Juan Antonio Coloma en la Comisión de Trabajo y por Felipe Kast en la Comisión de Hacienda, que además asumió todas las recomendaciones del Consejo Fiscal Autónomo. Y por lo tanto, bajo esa premisa, es que podemos sostener un diálogo con Chile Vamos para ver cómo le damos gobernabilidad al país, para que vuelva a crecer y ser un país seguro.
—Además de Chile Vamos y Amarillos, ¿qué otras fuerzas políticas podrían estar en una primaria del Centro Democrático?
— Bueno, yo creo que todas las fuerzas políticas que tengan a Chile en el centro, que estén lejos de los extremos, pueden estar invitados a un proyecto político que derrote los extremos y que le dé gobernabilidad a Chile. Obviamente nuestros aliados naturales son Amarillos. Yo espero que cualquier decisión que tomemos sea con mucho diálogo con ellos. Yo siempre he sido partidario de fusionarnos con Amarillos. Probablemente los tiempos no daban para hacerlo en esta elección, pero espero que tarde o temprano seamos un solo partido junto con Amarillos.
“Vamos a estar abiertos a un diálogo en la medida que la DC abandone acuerdos con partidos que defiendan dictaduras”
—¿Y con la DC no es posible un acercamiento? Hoy el partido busca desmarcarse del PC y el Frente Amplio.
— Dentro de la Democracia Cristiana, nuestro partido de toda la vida y al cual le tenemos mucho cariño, hay un debate interno: hay un sector que tiene más inclinación a la izquierda y es más partidario de un acuerdo con el Partido Comunista, y hay otro sector minoritario, probablemente, donde está Nicolás Preuss o Rodrigo Albornoz, que son renuentes a tener acuerdos con partidos que apoyan dictaduras. Ese es un debate que espero que la Democracia Cristiana pueda zanjar en algún momento. En el caso nuestro, a nosotros nos expulsaron de la DC por rechazar una propuesta plurinacional que era un desastre para Chile.

—Pero más allá de eso, ¿ustedes estarían abiertos a entablar esos diálogos con la DC?
— Por supuesto, nosotros le tenemos mucho cariño a la Democracia Cristiana, es nuestro partido toda la vida. Tenemos grandes amigos en la Democracia Cristiana. Yo tengo una gran amistad, por ejemplo, con el senador Iván Flores. Tenemos muchas coincidencias con un sector de la Democracia Cristiana, donde está Rodrigo Albornoz, Nicolás Preuss, Gianni Rivera, que lamentablemente es un sector que ha estado más eclipsado por posturas más de izquierda, que son las que quisieron expulsarnos a nosotros de la Democracia Cristiana en su momento. Pero siempre vamos a estar abiertos a un diálogo en la medida que la Democracia Cristiana abandone acuerdos con partidos que defiendan dictaduras hoy día en el mundo.
—En vistas a las parlamentarias, ¿cuál es el objetivo que se ha trazado Demócratas?
— En las elecciones de concejales que fuimos junto a Amarillos, obtuvimos una votación cercana al 7% y esperamos poder repetir esa cifra. Y, además, sacar el número de diputados que va a exigir la reforma al sistema político. Nosotros creemos que podemos sacar mucho más de los cinco parlamentarios mínimos que se habla que podría en definitiva quedar como exigencia en el proyecto, aun cuando hemos visto que hay diferencias dentro del propio oficialismo para variar. Pero nosotros creemos que es perfectamente posible tener como base ese 7% que logramos en las elecciones municipales, en la elección de consejeros.
—¿No existe preocupación de que el partido obtenga baja votación? Hoy la mayoría de los diputados que componen la bancada fueron elegidos por la DC.
— Nosotros creemos que tenemos grandes liderazgos. Miguel Ángel Calisto, que es nuestra gran apuesta a la elección senatorial, que fue una de las primeras mayorías nacionales como diputado. O el caso de Joanna Pérez, que ha hecho un tremendo trabajo en la región del Biobío. Lo mismo Víctor Pino, que viene del PDG, o Erika Olivera en la región Metropolitana, que ha tenido un trabajo notable en materias como el deporte o la infancia. Yo creo que estamos en muy buenas condiciones de mantener nuestra actual representación y superarla. Estamos en conversaciones con parlamentarios en ejercicio, con ex parlamentarios, con liderazgos en distintas comunas del país que están dispuestos a ser candidatos por Demócratas. Así que tenemos grandes expectativas al resultado electoral.
— Respecto a la reforma al sistema político que propone un umbral del 5% para tener representación en el Congreso, ¿ve peligro en esta reforma para el partido? ¿Cuál es su opinión respecto a este mecanismo?
— Sinceramente no lo veo como una amenaza, sino que lo veo como una oportunidad de que podamos lograr acuerdos con otras fuerzas políticas -Amarillos, con Chile Vamos- para tener mayoría en el Congreso Nacional, darle gobernabilidad a Chile, priorizar las políticas en materia de seguridad y crecimiento. Tenemos vocación de mayoría. Y estos proyectos hay que apoyarlos sin calculadora. Nosotros ya votamos a favor de la idea de legislar la reforma al sistema político junto a la senadora Rincón, lo vamos a hacer con mucha convicción. Hemos presentado indicaciones para enriquecer el proyecto, lo que sí yo he dicho algo que quiero reiterar: no puede haber reformas al sistema político sin voto obligatorio. Acá, si de representatividad y de gobernabilidad se trata, tenemos que tener el voto obligatorio establecido no solamente en la Constitución, sino que en la ley, con sanción. O sea, estamos comprometidos con la reforma del sistema político en la medida que existan los votos también para establecer de manera permanente el voto obligatorio y no estarlo discutiendo en todas las elecciones.
—Respecto a la norma de “antidiscolaje” que, por ejemplo, algunos personeros de la DC han tendido a relacionarla con Demócratas, ¿cómo ven ustedes esa medida?
— Bueno, yo creo que es una norma obvia si vamos a fortalecer la institucionalidad partidaria. Pero en la medida que exista democracia interna dentro de los partidos. A los militantes de la Democracia Cristiana nunca se les preguntó si estaban por el apruebo o el rechazo a la propuesta plurinacional y refundacional del año 2022. O sea, si se lo hubieran preguntado a los militantes demócratas cristianos, jamás se hubiera aprobado la opción de votar apruebo a esa mala propuesta constitucional, por algo que los dirigía al partido en ese momento no le quisieron preguntar a los militantes.
—También se ha hablado de establecer una norma de paridad.
— Yo creo que la paridad tiene que ver con la paridad de entrada, con la igualdad de oportunidades, con promover y favorecer la representación femenina y no con meterle la mano a la urna, no con distorsionar la voluntad popular. Pero es una discusión que está abierta.