Finalmente llegó el día en que Martín Pradenas conoció su sentencia. El veredicto condenatorio consideró que el imputado fue declarado culpable de dos violaciones y cinco abusos sexuales en contra de seis mujeres que formaron parte de la querella donde está incluido el caso de Antonia Barra, joven que se suicidó en 2019 tras acusarlo de una serie de vejámenes.
Este viernes 28 de julio, en una audiencia que comenzó a las 14:00 horas, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Temuco resolvió condenar a 17 años de cárcel a Martín Pradenas por estos delitos consumados entre 2010 y 2019. La fiscalía, en un principio, solicitó 40 años de prisión.
Fue la segunda vez que Pradenas enfrentaba un juicio por estas mismas causas después de que la Corte Suprema confirmara la anulación del primer proceso judicial debido a “falta de imparcialidad” por publicaciones en redes sociales del juez Leonel Torres Labbé. En el primero, de hecho, recibió 20 años de prisión.
En esta segunda parte, el perfil y el modus operandi del sentenciado fue más detallado por el Ministerio Público. De hecho, el fiscal Miguel Rojas marcó los pasos de cómo Martín Pradenas accedió a algunas de las víctimas.
Así actuaba Martín Pradenas en contra de sus víctimas
“Hay una selección de víctimas con una vulnerabilidad personal, donde el imputado las traslada a un lugar donde no hayan otras personas que puedan defenderla… Se aprovecha de la incapacidad de ellas para oponerse producto del consumo de alcohol”, expresó el persecutor en una jornada clave de este segundo juicio.
La denuncia de una menor de 16 años, igualmente, dejó en claro cómo operó Pradenas en una fiesta. “La llama de una pieza, la toma por sorpresa empujándola con fuerza hacia una cama ubicándose sobre ella. Luego le efectúa tocaciones. Ella estaba en estado de shock, era una cabra chica tal como lo señaló, y no había tenido experiencias sexuales, por lo que quedó inmóvil”, relató el fiscal, quien, además, confirmó que estos hechos fueron compartidos también por cercanos al acusado.
