Tras el repechaje en Gran Hermano Chile, Constanza Capelli y Sebastián Ramírez tuvieron una conversación que tenían pendiente donde resolvieron su relación y definieron cómo será su convivencia durante el encierro.
Hay que recordar que el jugador inesperadamente renunció al programa luego de una seguidilla de peleas con la bailarina. Estas situaciones hicieron que, incluso, los seguidores del reality en redes sociales los catalogaran como una “relación tóxica”.
La conversación pendiente de Cony y Seba
Cuando comenzaron la conversación, Sebastián dejó en claro que “lo que menos quiero es pelear”, oportunidad en la que Constanza explicó que “acá adentro, para mí, tú y yo estábamos juntos y eso merecía un respeto. Tú faltaste a ese respeto“.
Sobre esto, el oriundo de Melipilla se justificó: “No, es un rollo que te pasaste, porque yo jamás quise… Bromeé no más”.
Por otro lado, Constanza no quiso dejar pasar la oportunidad de hablar de el abrupto término que tuvo su relación con Sebastián en Gran Hermano. “Y del momento que te fuiste, no tengo nada que explicarte. Estuve mal porque te fuiste, recordándote con la Pincoya y Rai”, confesó.
“Se confundieron todos parece. Nadie es de nadie”, dijo Ramírez entre risas haciendo, alusión al acercamiento que ella tuvo con Raimundo.
Tras esta broma, Constanza le aclaró que “tampoco necesitaba tu permiso”, en relación a los romances que tuvo desde su renuncia. “Yo tampoco lo pasé mal”, respondió rápidamente el jugador.
Pero la conversación se puso intensa cuando Sebastián Ramírez sostuvo: “Acá nadie es santa paloma, si nos parecemos también”.
“No somos panas tú y yo. Pero a mí me gustabas de verdad. Tú estás hablando por mí algo que no sabes”, expresó para finalizar la participante.
“Bueno pero haga lo que quiera y pásela bien”, indicó Seba, terminando el diálogo.
Desde el Minsal indicaron a EL DÍNAMO que "la depresión grave en menores de 15 años constituye una condición de alto riesgo y requiere una respuesta sanitaria urgente".
Después de haber ido de visita el 2014 para el renacimiento de la isla (cuando Obama, Madonna,
Gucci y los Rolling Stones se paseaban por La Habana), luego el 2016 para la muerte de Fidel y por última vez hace siete años para la entrega del poder de Raúl Castro a Miguel Díaz Canel, Patricio
Fernández vuelve a la Cuba actual, triste, vacía y más asfixiada que nunca por el nuevo gobierno de Trump. Este es lo que vio hace unos días en el país que, supuestamente, menos cambia en el mundo.
